"Te Maldigo": Omar Apollo le canta a William Burroughs
Una interpretación de la angustia del deseo no correspondido desde una voz queer contemporánea, en un puente íntimo y poético intergeneracional, lenguajes y heridas.
Es sábado. Me despierto con una idea fija zumbando en la mente: hoy es Record Store Day 2025, y y se lanza el 7-pulgadas de Omar Apollo “Te maldigo”. Una edición limitada, de solo 2.500 copias en todo el mundo. Una joya.
La primera tienda ya tiene cola desde el amanecer. Esperas más de media hora, cruzas la puerta, preguntas. “Agotado”. Sientes cómo se te escapa.
Segunda parada: Disco 100. Al fondo del local, donde colocan los tesoros del RSD, solo ves vinilos en 12” y 10”. Nada del pequeño formato. El corazón te dice que es el final. Pero algo te empuja al mostrador.
“¿Y los singles?” Una última chispa de esperanza. El dependiente señala una caja abandonada a un lado del mostrador. Te acercas. Tus manos remueven carátulas siguiendo el ritual. Y entonces aparece: Apollo en azul cobalto. Lo sostienes como un talismán. Omar Apollo cantando a William Burroughs a través de Queer.
“Recuerdas al decir / Que estaba todo en mí / Y nunca escuché / Un "te amo" / Yo siempre creí / Que me harías feliz / No puede ser, sí tú / No me quieres / ¿Qué puedo hacer? / Te maldigo / Pasé una eternidad / Muy lejos de ti / Y mi corazón, sin ti / No late / Este vació rezo / Rezo que se me vaya / Que mundo tan cruel / Donde no me amas / ¿Qué puedo hacer? / Te maldigo / Te daría todo pero de mí no queda nada / Te maldigo” - Omar Apollo
La canción está ligada al escritor William S. Burroughs, pues es parte de la banda sonora original de la película Queer (2024), dirigida por Luca Guadagnino y protagonizada por Daniel Craig. En esta adaptación de la novela de Burroughs, Craig interpreta a William Lee, un expatriado estadounidense en el México de los años 50, cuya obsesión por el joven Allerton (interpretado por Drew Starkey) desencadena una narrativa cargada de deseo, adicción y alienación.
William Lee es un alter ego de Burroughs, un personaje recurrente que ha aparecido en varias de sus obras. Lo utilizó como seudónimo para publicar “Younqui” (Junkie, 1953). La experiencia narrada en la novela la consideró tan polémica que prefirió prescindir de su verdadero nombre.
En “El almuerzo desnudo” (Naked Lunch, 1959), Lee hace de narrador-testigo, lo que le convierte en una figura intermedia entre autor y ficción. Burroughs utiliza a Lee para narrar y explorar experiencias personales con un cierto grado de distancia narrativa: adicción, marginalidad, sexualidad, alienación. No deja de ser un vehículo literario para convertir en ficción sus experiencias auténticas.
William Burroghs murió el 5 de agosto de 1997, apenas tres meses después del nacimiento de Omar Apollo en Hobart, Indiana, el 20 de mayo de 1997. Años después, la casualidad ha hecho posible el encuentro y que Apollo, interprete “Te Maldigo”, canción producida y compuesta juntamente con Trent Reznor y Atticus Ross como parte de la banda sonora de la película. El tono melancólico y apasionado es el complemento perfecto al argumento de la película y al mundo literario de Burroughs.
En el videoclip, dirigido también por Guadagnino y ambientado en un bar de México en los años 50, refleja fielmente este espíritu: decadencia, obsesión, sensualidad, intensidad emocional, marginación, deseo, “underground”. Recuerda a la novela Queer, las dos exploran el deseo no correspondido y la vulnerabilidad emocional desde perspectivas queer.
Hay una ironía deliciosa en que Apollo, joven ícono queer, cante una balada en español —lengua de herencia y resistencia— para musicalizar el universo anglófono de Burroughs. Es como si el mestizaje sonoro corrigiera la historia desde otra piel, otra voz, otra intimidad.
Burroughs escribía para ocultarse entre frases crípticas y máscaras narrativas. Apollo canta para desnudarse. Pero ambos entienden que el deseo, cuando no es correspondido —o cuando se vuelve imposible— deja una marca. Y esa marca es también lenguaje.
Apollo llega más allá. Con Queer nos ha mostrado su faceta como actor y también se ha desnudado en pantalla. Interpreta a un joven mexicano que ofrece sus favores sexuales al expatriado americano, Daniel Craig. Tienen una tórrida escena de sexo. Apenas son unos instantes, pero cargados de un erotismo sórdido del que participamos como espectadores.
La inclusión de la canción no es un simple acompañamiento musical. Es una intervención emocional. Un eco. “Te Maldigo” dialoga con la estética sucia y desarraigada del film, resuena con el espíritu maldito del texto original: el de un hombre incapaz de poseer lo que desea, atrapado en su propio lenguaje.
Canta “te maldigo / te daría todo pero de mí no queda nada” reclamando el dolor de una ruptura, reclamando un cuerpo queer, herido, deseante y exiliado. Un cuerpo que, como en la prosa rota y narcótica de William Burroughs, busca sentido en medio de un sistema que no lo contempla.
La novela Queer no fue publicada hasta décadas después de haber sido escrita. Su honestidad sexual era excesiva incluso para el Burroughs de los años 50. Es una exploración cruda del deseo homosexual, un relato de fracaso romántico, narrado desde la humillación y la obsesión. Lee, el protagonista, persigue al joven Allerton a través del México postguerra, en una danza de sumisión, sarcasmo y deseo no correspondido.
Apollo, hijo de inmigrantes mexicanos, canta desde un lugar muy distinto, pero el dolor se conecta en una misma vena. Te Maldigo no es solo una canción de desamor; es un manifiesto íntimo. En su voz hay rencor, sí, pero también una dulzura desarmada que Burroughs jamás se permitiría. Donde Burroughs es seco, Apollo es húmedo. Donde uno esquiva la emoción con ironía, el otro se lanza de cabeza. Burroughs maldice con palabras. Apollo maldice con ritmo.
"Te Maldigo" no es solo una canción de desamor; es una manifestación artística que dialoga con una obra literaria icónica. Ambas piezas nos invitan a reflexionar sobre la complejidad del deseo, la identidad y la aceptación.
Al escuchar "Te Maldigo" y leer Queer, conectas con una tradición de artistas que, a través de su vulnerabilidad, ofrecen una ventana a las emociones más profundas del ser humano.
(*)Omar Apollo, Trent Reznor and Atticus Ross - Te Maldigo (From "Queer") [Official Video]